sábado, 24 de mayo de 2008

toyotismo

tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Toyotismo

El toyotismo y la crisis productiva de los años 70.
Cuando el sistema económico keynesiano y el sistema productivo fordista dan cuenta de un agotamiento estructural en los años 73-74, las miradas en la producción industrial comienzan a girar al modelo japonés; modelo que permitió llevar a la industria japonesa del subdesarrollo a la categoría de potencia mundial en sólo décadas. Los ejes centrales del modelo lograban revertir la crisis que se presentaba en la producción en cadena fordista. Estos puntos serían:
Flexibilidad laboral y alta rotación en los puestos de trabajo/roles.
Estímulos sociales a través del fomento del trabajo en equipo y la identificación transclase entre jefe-subalterno.
Sistema just in time; que revalora la relación entre el tiempo de producción y la circulación de la mercancía a través de la lógica de menor control del obrero en la cadena productiva y un aceleramiento de la demanda que acerca al "stock 0" y permite prescindir de la bodega y sus altos costos por concepto de almacenaje.
Reducción de costos de planta permite traspasar esa baja al consumidor y aumentar progresivamente el consumo en las distintas clases sociales.
La manera en que se manifiesta idealmente esa nueva concepción vinculación/ejecución tiene que ver con una economía que tenga un crecimiento aceptable y un control amplio de mercados externos. A pesar de que sólo un pequeño grupo de países cumplen con ese escenario, el toyotismo también ha manifestado formas híbridas en otros países con el objetivo de perseguir la reducción de costos y el estímulo social a los trabajadores víctimas del proceso de aislamiento e individualización propios del período neoliberal.

Toyotismo como eje industrial del neoliberalismo.
El sistema toyotista se complementó con la serie de reformas neoliberales que el mundo presenció en la década de los 80 y que maduraron en los años 90 bajo la idea de globalización. Este complemento ha sido virtuoso en el sentido que sí se han cumplido efectivamente las metas de circulación de la mercancía (expansión del consumo), reducción de costos derivados y pérdida de poder e injerencia del obrero (paralelo a la destrucción de la unidad de la clase obrera) pero también ha traído consecuencias negativas en el modelo socio-cultural de occidente que es si no la cultura moderna industrial. Estos puntos serían:
Desaceleramiento en la innovación tecnológica en términos de creatividad y reconfiguración permanente de la cosmovisión (idea de los "grandes inventos"). En ese escenario, el crecimiento se da en el plano de la nanotecnología (reducción progresiva del tamaño de los chips para mayor confortabilidad y ahorro) y la biotecnología, que al estar en manos privadas no se sabe si su uso será mayoritariamente para el beneficio científico o para un programa dual de redireccionamiento bélico (armamento biológico) y prestación utilitarista de mercado.
La caída generalizada de salarios, desprotección creciente del otrora Estado de bienestar, potencialización del individualismo y el desempleo estructural (entre otros factores) minan la contención ideológica del trabajador de la época toyotista bajando la productividad esperada. Si bien es cierto que este sistema ha llevado al siglo XXI al control social, de extracción de plusvalía y de pérdida de los tiempos productivos del obrero más altos de la historia del hombre, aún no se ha podido controlar finalmente al obrero en un escenario totalizante del tipo un mundo feliz o 1984. Esto posibilita la "fuga" de productividad y eventuales crisis que llevan a muchas empresas a fusiones, planes agresivos de reducción cuando no directamente a declararse en quiebra para repactar su déficit.
La crisis ecológica y el agotamiento de las materias primas tradicionales aumentan el riesgo en la empresa contemporánea e impiden la perfección del modelo toyotista, aún cuando en muchas empresas sí se logre su implantación ideal.

Bibliografía.
Piore, M. y Sabel, C. "La segunda ruptura industrial". Alianza Editorial. Madrid
Coriat, Benjamín: El taller y el robot, Siglo XXI, México.
Coriat, Benjamín: Pensar al revés, Siglo XXI, México.
Muto, Ichiyo: Toyotismo. Lucha de clases e innovación tecnológica en Japón. Artículo
Wright, E. O. (1983): Clase, crisis y Estado, Madrid: Siglo XXI.

LA OPINION

La verdad el toyotismo debe ser un ejemplo para las empresas de acá, es un panorma difícil para las futuras generaciones de trabajadores, obreros y demás tratar de lidiar con un gran peso laboral. Pero lo importante es recalcar que tanto TOYOTA como otras compañías está haciendo un esfuerzo grande por humanizar el trabajo.

Muchos nos hemos estado acostumbrando a trabajar bajo presión, eso es bueno para los objetivos de la compañia, pero no para la salud de nosotros, hay un esfuerzo orientado hacia los derechos del trabajador por parte de los sindicatos, pero la gerencia y otros depeartamentos superiores son los que tienen la última palabra y no nos queda más que esperar.

Por ahora, gracias a william Ouchi, se han logrado establecer un colectivo más importante, algo que los occidentales más conservadores y derechistas dicen que es una desventaja y un problema a largo plazo potque no se piensa en el individuo, SEÑORES, dejenme decirles que el colectivo a sufrido mucho con sus políticas neoliberales y no han echo más que se subordine y sea aplastado sin tener respuesta alguna.
Eshora que los empresarios y sobre todo la ANEP, haga conciencia en las empresas de este tipo de cambiar sus modelos de comunicación y organización aunque sea por pantalla, y no deje en evidencia descarada y sínicamente que las empresa impongan sus reglas y establezcan logros a costa de las trampas del poder que son las leyes que hacen basándose en lo que no plantea el reglamento general de la empresa privada
..... ALGÚN DIA EN ESTE PAIS, ALGÚN DÍA PENSARAN EN EL COLECTIVO!!!!!

1 comentario:

P dijo...

Las empresas en este país poseen la mentalidad de: ganancias a como dé lugar. Y no se piensa a largo plazo, sino en el ahora, y por lo tanto se ajusta todo lo que se puede ajustar. Los empleados son los primeros en sufrir.